sábado, septiembre 04, 2004

Nunca nada es tan confuso ni tan claro, por suerte.
Es como es.
Pero se puede cambiar. Sin embargo...
Un estado de Nirvana hoy, mañana es aburrimento.
Y nadie espera, mucho menos yo, cambiar el aburrimiento de hoy por el de mañana.
Nunca,nada,nadie,mañana, son sólo palabras.
Pero una risa veraderamente jubilosa en el arie suave de las once de la noche, las convierte en las columnas de un coliseo.
Mi propio coliseo.