domingo, agosto 29, 2004

Juegos

hacernos creer,
hacernos deseperar,
flores de la angustia,
que no vuelven
a asomar.

Dibujar,
en la suavidad de tu espalda,
una por una,
las letras
de tu maldito nombre,
y el mio....
donde no lo puedas borrar.

Tu mirada perdida,
junto a tu indescifrable
crueldad.
En que pensas?
No.
No volvere a ser la carne
de los cañones de tus pupilas.


Ya no hay juego,
ya no hay eso
en lo que para tu sorpresa,
yo tampoco perdía.
Pero no te confíes.
No se olvida.